EL PADRE DE LA CINEMATOGRAFÍA Y LAS PATENTES

Thomas A. Edison fue de las primeras personas en entender el cine como una industria. Crea en 1889 el kinetoscopio, aparato que se vuelve el furor de la época y para 1894, llega por primera vez a Europa; más concretamente a Francia. Dos años después, en 1896, presenta el vitascopio en Nueva York con la pretensión de reemplazar a los kinetoscopios y acercarse al cinematógrafo inventado por los hermanos Lumiére.

Fue el primero en establecer un estudio de cine, El Black Maria, luego en 1897 funda Edison&Co, su productora por excelencia. También patenta las perforaciones de las películas celuloides de 35mm, ya que por temas legales no le correspondía las películas en si.

Tiempo después inventa el kinetófono, antecesor del cine sonoro. Este aparato combina el kinetoscopio y el fonógrafo, otro de sus inventos. Como era todo un experto, se hizo con el control de la mayor parte de patentes relacionadas con el cinematógrafo, armando compañías que figuraban como concesionarios de Edison y que abarcaban la mayor parte del mercado cinematográfico, provocando, de esta manera, que comience el monopolio de Edison.

Sin embargo, seria absurdo solo mencionarlo como un empresario y no también como un cineasta (por más que sus contribuciones artísticas hayan sido realmente escasas). Comienza una revolución en el mundo del cine con el film "El Beso" en 1896, lo cual seria el primer beso en la historia del cine y también, el primer plano corto.

El paso siguiente y después de muchos juicios fue la instauración de la Motion Pictures Patents Company, que reunía en un solo organismo a las compañías cinematográficas, donde la Edison Company seguía teniendo gran influencia.

Las patentes de Edison obligaban a todos a pagarle royalties por su uso. La industria cinematográfica del momento pasaba a través de las manos (y bolsillos) de Edison. Tal fue la influencia, que también se le adjudica, de forma indirecta, la creación de Hollywood.